"Si me hubieran pedido que describiera qué cualidades hacen al escritor, habría respondido que la primera es la necesidad imperiosa de inventar historias. Es decir, de organizar la realidad, a menudo caótica e incomprensible, en el marco de una narración; descubrir en todo acontecimiento los contextos —evidentes y ocultos— que le dan un sentido especial; poner de relieve los rasgos de la “trama” y hacer que emerjan de ella los “protagonistas”.
"Para mí, el impulso de escribir una historia, inventándola o sacándola de la realidad, es casi una pasión, la pasión por la narración que, para algunos —los que acabarán siendo escritores—, es tan fuerte y primordial como cualquier otra".
David Grossman
(Del libro de ensayos Escribir en la oscuridad. Debate, 2010)
5 comentarios:
Organizar la realidad no es, necesariamente, inventar historias, aunque en todas las historias inventadas haya rastros y restos de realidades.
(pero yo soy una pardilla y carezco de argumentos).
¿Escribir no puede ser desorganizar la realidad? O quizá, lo que para unos sea desorganizar, para otros signifique ordenar bajo sus propios criterios.
En cualquier caso, dejo una frase –no literal, porque mi memoria anda flaca- que más o menos dice así: “las historias sólo les suceden a aquéllos que son capaces de contarlas”.
Amén
A María Jesús y a Iconos:
La realidad es imprevisible. No conocemos lo que pasará dentro de un minuto, dentro de una hora, es decir, desconocemos el futuro y lo que ocurre más allá de nuestra intimidad. El escritor, al construir el cuento o la novela, recoge elementos de la realidad (y, también, de la imaginación), los procesa y los ordena en una histoira. Es decir, dentro de la novela lo imprevisible (incluso el desorden de "Rayuela", por ejemplo, es un orden) es previsible, la vida de los personajes es conocida a voluntad del escritor, el futuro está en la historia, la vida y los pensamientos de los vecinos, amigos, parientes lejanos.... Es decir,la novela o el cuento son, en cada caso, una nueva realidad. El caos de la realidad, lo imprevisible e incontrolable de ésta, al ser fijada en el texto, se ordena. Puede ser un orden "caótico" o fragmentario, pero un orden ya inamovible. Que queda para la eternidad.
Digo yo.
Si me lo permitís, yo recupero otra cita que David Grossman recoge en este libro: "Para nuestra alegría o nuestra desgracia, las contingencias de la realidad tienen una gran influencia sobre lo que escribimos". Frase recogida por el autor del libro Ê difficile parlare di sé, de Natalia Ginzburg. Frase significativa cuando quien la dice es un hombre que escribe desde una zona en continuo conflicto y que, por otro lado, también ha vivido su drama personal.
Es buen libro lleno de reflexiones.
Un saludo desde la vida del revés :)
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